Me llamo Lucas. Soy un Yorkie de tres kilos y medio, nacido a orillas del Danubio y adoptado en Madrid. Y esta es mi historia. Durante quince años fui testigo —y parte— de un amor complicado, hermoso y profundamente humano: el de Silvia y Enrique. En esta novela, escrita a dos manos y dos patas, narro nuestra vida juntos. Porque a veces, solo un perro puede contar con ternura y sin filtros lo que a los humanos les cuesta confesar. Entre ladridos, paseos, mudanzas, heridas y curas, Me llamo Lucas recorre calles de Madrid, recuerdos en Szentendre, y los rincones del alma donde habita la lealtad incondicional. Silvia me habla. Yo escucho. Sin juzgar. Porque los perros, cuando aman, lo hacen sin condiciones. Lucas y su hermano Pitu, mestizo de mil razas, saben cuándo algo está por cambiar. Intuyen emociones, presentimientos, y nos recuerdan que hay realidades que aún escapan a la ciencia, pero no al corazón. Una novela entrañable, conmovedora y luminosa, que hará reír, llorar y volver a creer en los lazos invisibles que nos salvan. Porque a veces, las mejores historias de amor se ladran.
|