En general, la literatura existente sobre la figura de Johann Sebastian Bach es seria y especializada en exceso.
Aunque todos los aficionados a la llamada música clásica o música culta tenemos claro que Bach es una de las pocas
referencias absolutas y esenciales, aunque su obra sea repertorio obligado en todos los estudios de música oficiales,
presencia habitual y casi exigida en las principales programaciones, referencia fija en las discotecas de cualquier
aficionado medio, tenemos una imagen del compositor borrosa, como si su trayectoria vital y profesional carecieran de interés o glamour suficiente.
Con esta Música Infinita se pretende acercar a los lectores la vida del Cantor de Santo Tomás, incidiendo de manera amena e instructiva en las circunstancias históricas, políticas, espirituales, éticas, familiares, etc. que provocaron un corpus musical extenso, esencial y definitivo. Pero también se trata de cuestionar imágenes tan poco adecuadas a Bach como la idea romántica de genio , su seriedad y solemnidad, su carácter tal vez demasiado sumiso, injustas en un músico que era un gran trabajador ( cómo para no serlo, con esa manía de hacer hijos y más hijos!), que también compuso pequeñas chispas de alegría y broma como la Cantata del Café, que desoyó las amenazas de su patrón en Weimar para caminar a lo largo de toda Alemania con el fin de llegar a Lübeck para escuchar a su maestro y amigo, Buxtehude, y compartir tiempo de amistad y música con él Como tercer elemento, resulta imprescindible hablar de la permanente actualidad de Bach. Como experiencia personal e íntima (al abrir y cerrar el libro), como torbellino capaz de cambiar los criterios interpretativos de la música anterior al Romanticismo y de marcar las carreras de intérpretes principalísimos, como furia invasora que acaba marcando fusiones con el rock, el jazz, las músicas étnicas, una broma de Les Luthiers y hasta un anuncio de desodorante ( con el aria las Goldberg como banda sonora!).
La vida, la música y la presencia cultural de Bach, pues, como ejes conductores, coloreados con pequeñas píldoras formativas y necesarias (qué es una fuga, una cantata, quién era Augusto el Fuerte de Sajonia, la liturgia luterana ), siempre con un estilo a la vez riguroso y desenfadado, estructurado a un tiempo por eventos cronológicos y por grupos compositivos (música instrumental, cantatas, música para órgano) que permita una lectura ágil y ayude a conocer mejor a una de las columnas más majestuosas de ese gran edificio que es la cultura de Occidente.
AUTOR
Regino Mateo nació en Santander. Poeta y musicólogo, es licenciado en Derecho por la Universidad de Cantabria y Profesor de Piano por el Conservatorio Profesional de Música Jesús de Monasterio. Ha sido profesor de Literatura Universal para las Aulas de la Tercera Edad y de Literatura Española y Latinoamericana para la Michigan State University y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Ha sido responsable de la programación del Palacio de Festivales de Cantabria. Ha publicado siete poemarios, entre los que destacan: Noticia de un pequeño reino afortunado (2000) y La mirada caliza (2011) y33 Instantáneas (2017). Obtuvo el Premio de Poesía para Jóvenes José Hierro en 1990.
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