Claudia, una niña de doce años, viaja a Hamburgo junto con su padre. Allí solo
cuenta con un amigo, su primo Edu; apenas sabe unas palabras de alemán y
añora su país, España. Pero un día, al caer la tarde, Claudia escucha una melodía
que parece provenir del desván. El sonido de un violín, sin duda. Pero... ¿quién
lo toca? Con la ayuda de Edu, pronto conocerá a un singular personaje: Franz,
un violín Stradivarius con dos siglos de antigüedad, que no ha logrado superar el
estreno fallido de un concierto de Mendelssohn, y que necesita ayuda para
recobrar la fe en sí mismo.
"El violín que estaba triste" es un hermoso cuento que, además de cautivar la
atención del lector más joven, le ayudará a familiarizarse con el fascinante
mundo de la música clásica. Un regalo para toda la vida.
AUTOR
María José Voltes estudió administración de empresas en la UB y en IESE. En 2014 publicó su primera novela, «Los cisnes no tienen alma, los
violines sí». A raíz de esta obra escribió numerosos relatos sobre música clásica. En 2016 colaboró en la antología de Playa de Akaba «Ulises
en la isla de Wight», un sentido homenaje a la música de todo tipo. En «La luna huele a lavanda» se alejó de esa línea para volver a la
narrativa tradicional, enlazando pinceladas de experiencias propias y reflexiones profesionales a una historia de ficción que podría ser muy
real. En "El violín que estaba triste" retoma su querencia por la música, con una bella historia que está dirigida a lectores de todas las edades,
pero en especial a los más pequeños.
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