La cura de uvas ha sido elogiada desde la más remota antigüedad como un admirable recurso terapéutico. Plinio,
Galeno y otros sabios de la medicina alabaron profusamente sus propiedades y la emplearon como tratamiento.
La uva tiene un extraordinario poder como disolvente de sustancias tóxicas. Gracias a sus magníficas propiedades,
las vías de excreción se activan enormemente y ello hace de la cura de la uva un método ideal para purificar
en profundidad el organismo y también para revitalizarlo.
La batalla contra el cáncer podría tener un gran aliado en algo tan pequeño, accesible y natural como es la
uva. La autora de esta obra, que vivió en primera persona la efectividad de la cura de uvas en la lucha contra un
cáncer de estómago, explica clara y concisamente los beneficios de esta terapia natural.
AUTORA
nacida en 1876 en Heidelberg,
Sudáfrica, fue una activista de
la causa bóer que participó en
la segunda guerra de los
bóeres como enfermera
voluntaria. En 1927 se trasladó
a Estados Unidos y allí realizó
estudios de medicina naturista
en la primera Universidad
Nacional de Naturopatía.
Entre muchos otros escritos
espirituales y médicos –varios
de ellos dedicados a la eficacia
del ayuno y otros temas de
salud–, destaca su famosa
obra La cura de la uva, en la
que Brandt expone los
beneficios del tratamiento con
esta fruta y constata que
gracias a ella pudo tratar y
superar el cáncer de
estómago que sufrió. Este
trabajo ha servido de
inspiración a muchos médicos
naturópatas, y en la actualidad
es una obra sobresaliente
entre los numerosos
tratamientos naturales
crudivoristas, destacando por
su definido protocolo de
intervención y su base
científica.
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