Los tiempos en los que pensábamos que una dieta sana se basaba en el consumo de hidratos de carbono y poquita
grasa quedaron atrás gracias a los excelentes resultados observados en quienes siguen una alimentación cetogénica.
Uno de ellos es el evidente adelgazamiento, se baja de peso aumentando la definición muscular, sin hacer
ejercicio, sin pasar hambre y sin estar a dieta. No es una dieta milagrosa, sino un estilo de alimentación que
busca un cambio metabólico de supercombustión de grasas.
El consumo de grasas como fuente de energía aumenta el bienestar, la alegría, la creatividad, el enfoque y
propicia un estado de ánimo sereno y calmado.
A nivel corporal, el aumento de la energía física y el rendimiento deportivo es notable. Al convertirse las
grasas en la fuente de energía, se normaliza la glucosa en sangre y no existen picos de glucemia en sangre,
con sus consiguientes altibajos de energía y ansiedad por comer.
Si quieres aprender a llevar una alimentación cetogénica, pero sin comer carne ni lácteos, y disfrutar de
los grandes beneficios que tiene, #ketosincarnenilacteos es posiblemente la alternativa que estás buscando.
AUTOR
es terapeuta nutricional,
formada en Nueva York,
Santa Mónica, Puerto Rico y
Tailandia. Es autora de
cuarenta libros sobre
alimentación y estilo de vida.
Ofrece cursos presenciales
en Madrid y online (www.
escueladecocinavegetariana.
com). Es propietaria del
hotel rural La Fuente del
Gato (www.lafuentedelgato.
com), donde realiza «findes
depurativos» para personas
sanas.
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