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¿Qué sucede cuando recuperamos la mirada tradicional y dejamos que el islam vuelva a hablarnos desde sus propios mundos? Durante siglos, el pensamiento islámico ha sido reducido a filología, política o arqueología, despojándolo de la vitalidad espiritual y ontológica que lo ha sostenido desde sus orígenes. Este libro propone un giro radical: reencontrarnos con un islam vivo, pleno de presencias invisibles, objetos portadores de baraka, cosmologías dinámicas y entidades que cohabitan con los seres humanos en un tejido de relaciones que desborda la mirada moderna. A medio camino entre la antropología, la filosofía contemporánea y los estudios islámicos, Antonio de Diego González —tras años de investigación y trabajo de campo desde el Magreb hasta el Sharq— ofrece una lectura renovadora del esoterismo islámico. No como superstición, ni como un conjunto de reliquias simbólicas, sino como un sistema coherente de conocimiento, una ontología relacional donde lo visible y lo invisible se entrelazan y transforman mutuamente. De la figura del shaykh que conversa con los jinn a los talismanes cargados de agencia; de la exégesis esotérica coránica a las cosmopolíticas indígenas que dialogan con el sufismo; de Ibn ʿArabī a las prácticas contemporáneas del Sahel, este ensayo revela un pluriverso sorprendente, complejo y profundamente humano. Una obra que invita a cuestionar los límites de nuestra modernidad y a redescubrir el islam tradicional como un universo palpitante, donde conocer es siempre participar en la transformación del mundo.
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