BIC WF
28/04/2014
Estos mandalas pertenecen a una colección de cuadernos, y cada uno de ellos ha sido ideado con intenciones
precisas y muy sentidas.
Los Mandalas para cultivar la alegría han sido concebidos para los que ya no consiguen comunicarse
con su corazón de niño o niña, aquellos que se han alejado de los juegos, la alegría, la fantasía y las risas. La
vida a veces resulta pesada de llevar y se presenta cargada de exigencias, hasta el punto de que llegamos a
olvidarnos de sonreír, de felicitarnos y festejar la existencia como tal. Sin embargo, la alegría es innata en
el ser humano y por ello siempre está a nuestro alcance. El mandala es en sí una expresión de alegría que
nos permite sentir paz y armonía y acercarnos a nuestro propio centro vital. Los mandalas de este cuaderno
son una invitación a silenciar durante unos instantes nuestro lado racional y a desarrollar nuestra
creatividad, a volver a encontrarnos con aquello que nos inspira y nos llena de regocijo.
ha pasado la mayor parte de
su vida en la región de
Montreal. La muerte a una
tierna edad de uno de sus
hijos la conmociona y la
orienta hacia una búsqueda
espiritual. En 1987, escribe un
libro sobre lo ocurrido,
titulado: Un ange dans ma vie
(Un ángel en mi vida). Tras
abrir un espacio multicultural,
con libros sobre tendencias
donde costureros, estilistas y
fabricantes acuden en busca
de inspiración, se retira unos
años más tarde para
dedicarse a un trabajo más
interior y creativo. En 1995,
tras formarse en creación
literaria, canto y pintura,
descubre el mundo de los
mandalas, y éstos se
convierten para ella en una
auténtica revelación. Su alma
de artista la conduce a la
creación de mandalas
específicos para diferentes
situaciones anímicas.
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