Ferran Sáez Mateu traza un recorrido desde la solitaria torre de Montaigne en el siglo XVI hasta la actualidad, marcada por tecnologías que nos fascinan aunque siempre exigen algo a cambio. En el camino asistimos a la renuncia dócil a nuestra privacidad, y a su corolario más preocupante: el potencial olvido y la pérdida de la intimidad.
La intimidad es un lugar de la conciencia, un territorio de libertad; lejos está de ser una forma de recogimiento, o incluso de aislamiento. Por ese motivo, privacidad e intimidad son cosas muy distintas. Privatus no alude a lo que somos, sino a lo que tenemos y a cómo lo demarcamos; intimus, en cambio, refiere a lo que está más adentro, lo más profundo, es decir, el último límite.
El territorio de la intimidad, la penumbra del espíritu, propicia el surgimiento de la Modernidad. Aparece primero en la pintura del yo que Montaigne delineó con sus Ensayos, a la vez que fundaba este género literario, y se consolida filosóficamente casi un siglo más tarde, con el hallazgo del cogito cartesiano. Esos dos espacios extremos de intimidad son los que nos hicieron verdaderamente modernos.
AUTOR
Ferran Sáez Mateu (Granja d'Escarp, 1964) es doctor en filosofía y ejerce la docencia en Blanquerna-Universidad Ramón Llull. Su obra ensayística ha sido galardonada con los premios Josep Vallverdú, Joan Fuster o Carles Rahola, los más prestigiosos en lengua catalana. También es autor de diversas novelas. Publica en el diario Ara desde su fundación, y antes lo había hecho en otros medios. El filósofo Gregorio Luri lo definió como «el mejor ensayista de su generación».
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