La Alhambra es la última manifestación de un mundo exquisito que se esfumó y desapareció. Sus creadores se marcharon sin dejarnos herederos. Pero el esplendor que siempre la envolvió, con el pasar del tiempo se transformó en una poderosa carga de nostalgia, que hoy llega hasta nosotros a través de los materiales pobres y efímeros con los que tuvieron que expresarse los artesanos nazaríes: piedra de yeso transformada en sutiles atauriques calados como encajes de finura extrema, piezas de barro cocido realzadas con el baño de esmaltes metálicos y resueltas en una sofisticada geometría de puzles multicolores, o qubbas de tierra y ladrillo cubiertas con bóvedas de delicados prismas de yeso tallado, conformando salas reales deslumbrantes. Todos ellos, más de cinco siglos después de desaparecida la cultura que los creó, siguen enviando su mensaje de eternidad, el que cada día empuja a un ejército de peregrinos a subir a la Sabika a tratar de descifrarlo.
Somos muchos a los que no nos basta una visita y regresamos a la Alhambra una y otra vez, a escuchar, entre el sosiego y la emoción, la épica voz de un idioma que no es el nuestro y sin embargo entendemos, porque nos habla en la lengua universal de la belleza, de la búsqueda de la divina proporción, de la unicidad con Dios Sentados a la sombra de cipreses centenarios podremos percibir su infinito resonar, viajando entre las murallas, torres y palacios de esta mara- villa que es la más admirable página jamás escrita del arte medieval.
AUTOR
Claudia Santos (La Plata, Argentina) es arquitecta por la Universidad Nacional de La Plata, ciudad donde cursó también estudios de música en la Escuela Superior de Bellas Artes, dependiente de la misma universidad, y el Conservatorio Gilardo Gilardi. Es nieta de inmigrantes andaluces y su apellido es originario del Valle de Lecrín, al sur de Granada. Desde su época de estudiante se sintió atraída por la cultura y el arte medieval español. Al trasladarse a vivir a Málaga, en 1986, tuvo la oportunidad de estar cerca del legado de la cultura hispanomusulmana, que empezó a investigar, lo que le llevó a escribir y publicar el libro de divulgación Al-Ándalus. Un pasado de esplendor (Ediciones del Genal). Actualmente, ya retirada de su profesión, sigue conectada al mundo andalusí y forma parte de la Asociación Cultural de Voluntarios del Museo de la Alhambra, dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía.
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