Este libro analiza el recorrido historiográfico que ha convertido a Tartessos en un problema histórico
y aporta todas las nuevas claves que nos ayudarán a desvelar lo que hasta ahora podemos saber sobre
este momento primigenio de la cultura occidental. Hasta el presente, los estudios que han abordado
el problema de Tartessos habían partido del supuesto de que los textos antiguos hacían referencia a
una sociedad indígena cuyo momento de auge coincidía con el impacto de la presencia fenicia y
helena en el suroeste de la Península Ibérica. Desde este presupuesto teórico, tanto las fuentes
griegas y latinas como el registro arqueológico mostraban una serie de incoherencias que quedaron
de manifiesto a partir de las nuevas excavaciones en el yacimiento del Carambolo Alto y la
reinterpretación de éste como el santuario de la colonia fenicia de Spal, fundada en torno al siglo
X-IX a.C.
A partir de la revisión de los autores grecolatinos y de los nuevos datos aportados por la arqueología
podemos plantear que la génesis de Tartessos se encuentra en la colonización fenicia y en su
evolución y expansión durante al menos tres siglos. La cultura material de estas gentes se
caracterizaba por su impronta orientalizante, fruto de la evolución in situ de la tecnología,
arquitectura, arte, etc. de las colonias establecidas en esta zona por los fenicios. El ocaso de lo que
tradicionalmente hemos conocido como Tartessos, fechado generalmente en torno a mediados del
siglo VI a. C., coincide a su vez con el fin del modelo colonial fenicio instaurado en la península, que
pervivirá solamente en la ciudad de Gadir.
AUTOR
Los arqueólogos Álvaro Fernández Flores y Araceli Rodríguez Azogue han centrado su actividad investigadora en torno a Tartessos tras dirigir las distintas intervenciones arqueológicas que entre los años 2002 y 2005 se realizaron en el cerro de El Carambolo. Si los trabajos emprendidos para confirmar la reinterpretación de este yacimiento clave de Tartessos como un santuario vinculado a la colonización fenicia, les han hecho profundizar en los aspectos religiosos de la sociedad tartésica, la posterior excavación de la necrópolis y el poblado protohistórico de la antigua Ilipa, ambos en Alcalá del Río, motivaron que sus estudios se ampliasen a todas las facetas de esta cultura. Los resultados de sus investigaciones han sido dados a conocer en distintos foros de carácter nacional e internacional y en publicaciones especializadas de estos mismos ámbitos. En la actualidad colaboran en el proyecto de investigación «Tarteso Olvidado (en los museos)» de la Universidad de Sevilla.
Los arqueólogos Álvaro Fernández Flores y Araceli Rodríguez Azogue han centrado su actividad investigadora en torno a Tartessos tras dirigir las distintas intervenciones arqueológicas que entre los años 2002 y 2005 se realizaron en el cerro de El Carambolo. Si los trabajos emprendidos para confirmar la reinterpretación de este yacimiento clave de Tartessos como un santuario vinculado a la colonización fenicia, les han hecho profundizar en los aspectos religiosos de la sociedad tartésica, la posterior excavación de la necrópolis y el poblado protohistórico de la antigua Ilipa, ambos en Alcalá del Río, motivaron que sus estudios se ampliasen a todas las facetas de esta cultura. Los resultados de sus investigaciones han sido dados a conocer en distintos foros de carácter nacional e internacional y en publicaciones especializadas de estos mismos ámbitos. En la actualidad colaboran en el proyecto de investigación «Tarteso Olvidado (en los museos)» de la Universidad de Sevilla.
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