«Sé que muchos, al ver la portada de este libro con mi macilento retrato, recurrirán de inmediato al
índice para acudir solícitos a los capítulos que en principio puedan despertarle más morbo, más
incontenible excitación. Sé que habrá muchos que se preguntarán por lo que tendrá que contar este
probable caradura llamado Manolo Prado, el aristócrata del latrocinio al que tan bien se le han
pagado los servicios prestados, sobre todo los servicios del silencio, que de alguna manera puede que
hasta sean del todo impagables »
Así comienzan estas memorias, que parecería bien subtitular mis silencios, como sugiere el propio
autor. Este relato, hecho en un tono muy especial y sorprendente, está lleno de grandezas y miserias,
casi como cualquier vida, aunque nadie le niega a Manuel de Prado su condición misteriosa. Desde
una infancia y juventud tan privilegiada como accidentada hasta el estado actual de vejez y melancolía
algo herida, el trayecto vital de Manuel de Prado está lleno de sabrosas anécdotas y capítulos para la
historia que hasta hoy han sido un continuo interrogante. ¿Cómo perdió su mano? ¿Cómo fue su
acercamiento al Rey, la persona a la que todo el mundo le une como personaje público?, ¿cómo su
relación con la Reina? ¿Dónde estuvo en la transición? Senador real, mediador con la casa real saudí,
presidente de Iberia, amigo español del presidente Giscard d Estaing, protagonista de las relaciones
españolas con Iberoamérica y de la Expo 92 sevillana y, cómo no, amigo del Rey. Siempre con la
lealtad como principio y el silencio y la discreción como conductas, también aquí está su relato de
sucesos como la Marcha Verde, el 23 F, su particular misión en Rumanía, el secuestro por ETA de su
hermano Diego, su entrada en el papel cuché al mismo tiempo que su paso por la cárcel... Pero sobre
todo, este relato es el torrente de una memoria cargada hasta el cansancio y que, con las lógicas
cautelas, quiere descansar.
AUTOR
Manuel de Prado y Colón de Carvajal (Quito, Ecuador; 17 de noviembre de 1931), empresario, abogado y economista, padre de cinco hijos. Estudió el bachillerato en el colegio
del Pilar de Madrid y en el Instituto Ramiro de Maeztu. Curso los estudios de Derecho en las universidades de Madrid y Salamanca y los de Economía en el London School of
Economics. En 1977 fue nombrado Senador Real por designación directa de S.M. el Rey y participó en la elaboración de la Constitución de 1978, de la cual es firmante. En
1976 inició su colaboración con la Administración Pública y fue nombrado primer presidente de IBERIA. Por su especialización y estrecha vinculación con los países
iberoamericanos fue nombrado, en 1978, presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana y Embajador de España en misión extraordinaria permanente. Como
presidente del ICI fue miembro del patronato de la Universidad de la Rábida, del Consejo Nacional de Educación y de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y
miembro durante cinco años del jurado del premio Cervantes. Ha realizado misiones políticas en situaciones difíciles y complejas ante los gobiernos de Francia, Israel, Estados
Unidos, Rumania, países árabes moderados y, por razones humanitarias, en Argentina, Chile y Nicaragua (en este último país de forma intensa presidiendo la Comisión
Española de Ayuda para la Reconstrucción de Nicaragua). Ha acompañado a SS.MM. los Reyes, al igual que a distintos presidentes de gobierno, en sus viajes americanos así
como a países árabes moderados. Siguiendo la tradición familiar ha sido ganadero de reses bravas, cazador y hombre de mar.
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