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Armas de instrucción masiva es una insidiosa crítica de los mecanismos de la instrucción obligatoria, que coarta la imaginación
y desalienta el pensamiento crítico. Si con su anterior libro —Dumbing us down— John Taylor Gatto hizo que su título se
convirtiera en una palabra de uso común, «entonteciéndonos», Armas de instrucción masiva promete introducir una nueva
metáfora en el amplio dossier que ya existe en contra de la escolarización obligatoria.
Armas de instrucción masiva demuestra que el daño que los colegios causan es bastante racional y deliberado. La función
real de la pedagogía, afirma Gatto, es hacer que la población sea manejable, liberar de la obligación de cuidar a sus hijos
a los trabajadores adultos de tal modo que estén libres para alimentar la economía industrial y formar a las generaciones
futuras en la obediencia al Estado. Gatto revela que los colegios de la Ivy League no producen los mejores licenciados, que
algunos de los más ricos emprendedores del mundo son personas que abandonaron el instituto y que Thomas Edison, John
D. Rockefeller y Andrew Carnegie no terminaron la escuela elemental. Lleno de ejemplos de personas que escaparon a la
trampa de la escolarización obligatoria, Armas de instrucción masiva demuestra que para que florezcan las potencialidades que
cada uno posee se requiere un modo diferente de crecer y aprender, uno que Gatto llama «aprendizaje de código abierto».
Urgente y controvertido, la lectura de este libro engancha al tiempo que hace un llamamiento a todos aquellos que
albergan dudas sobre el actual sistema educativo.
Un logro notable. No recuerdo haber leído un análisis tan profundo de la educación moderna.
Howard Zinn, en The underground history of american education
AUTOR
John Taylor Gatto dio clases durante treinta años
en colegios públicos antes de renunciar a su puesto
desde la páginas de opinión del Wall Street Journal
justo cuando fue elegido «profesor del año» oficial
del estado de Nueva York. Desde entonces ha sido
un incansable defensor de la reforma de la escuela,
habiendo viajado más de cinco millones de kilómetros
dando conferencias sobre la cuestión. Su anterior libro
Dumbing us down («Entontenciéndonos») ha vendido
más de cien mil ejemplares.
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