La escena filosófica de la caverna, utilizada
por Badiou como ejemplo y resumen de
su propia filosofía, no solamente posee intrínsecamente
la forma de vida del filósofo,
sino que también muestra la necesidad
permanente de afirmar la filosofía como
eje vertebrador de lo humano frente a formas
de vida inhumanas, las que se muestran
en la alegoría platónica como seres
encadenados. Para Badiou la naturaleza
del filosofar es siempre dar un paso más en
el núcleo de un problema que existe desde
siempre; que le es legado al filósofo para
que se haga cargo de él y transite con él.
Hay en el filosofar una interpretación de este legado del cual nunca se llega a tener
una respuesta completa; por esta razón la filosofía nunca es concluyente, sino que
sólo lo hace presente y da testimonio de su existencia.
AUTOR
Jordi Riba. Profesor de filosofía en la Universitat Autònoma de
Barcelona, profesor visitante de la Universitat Paris 8, y miembro
asociado de su laboratorio de estudios e investigaciones «Logiques
contemporaines de la philosophie». Su investigación actual
se centra en el estudio del papel de la filosofía en las formas democráticas
emergentes. Anteriormente, a parte de su trabajo sobre el
filósofo francés del siglo XIX, Jean-Marie Guyau, ha desarrollado
el tema de la crisis permanente como herramienta interpretativa
de la modernidad. Ha publicado, entre otros, Republicanismo sin
república (Barcelona: Bellaterra, 2014), La Fraternité réveillée (París: Harmattan, 2016), Un
nouveau regard sur la solidarité (Paris: Harmattan, 2018), ambos coordinados con Patrice
Vermeren; Crisis permanente (Barcelona: NED, 2021).
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